domingo, 26 de diciembre de 2010

[Explicación] El secreto detrás de la leyenda.


El día de hoy, Doña Catalina Pachuca murió. Al parecer, sus “preferencias” culinarias le pasaron la cuenta, y después de pasar dos semanas en el hospital, su cuerpo no resistió más y murió... de cáncer en el estomago, como se suponía desde un principio.

El funeral es esta noche, pero nadie asistirá. Todos saben que la mujer era una asesina en serie… peor aún, todos saben que ella no era Doña Catalina Pachuca. Por mucho tiempo fue un secreto bien guardado, pero después de un tiempo, ya de por sí era difícil creer que una mujer de ochenta años se viese tan joven.

La verdadera Doña Catalina Pachuca murió hace treinta años, o bueno, desapareció hace treinta años. La historia se originó por una confusión inocente, pero muy posible para un pueblo tan supersticioso:

“La Doña quería ser inmortal… joven, por siempre. Yo le dije bromeando que ciertos países, las mujeres tomaban baños de sangre y comían corazones honestos para lograrlo, y, como yo lo esperaba, no se lo tomó nada en serio. Desgraciadamente, ella le contó el mismo chiste a su fiel mayordomo, quien también estaba obsesionado con la inmortalidad. Él se tomó muy en serio el chiste, y pronto quiso poner manos a la obra.

El tipo estaba loco. Está loco, quiero decir. En esos días la Doña se fue a un viaje del que jamás volvió, y el mayordomo pensó que la Doña se había ido a probar la “formula” a algún lugar recóndito. Años después apareció esta muchacha, así, idéntica a Catalina. No sé cómo está la historia, pero al parecer la muchacha había tenido un accidente y había perdido la memoria; el mayordomo la encontró y pensó que era la Doña rejuvenecida [la muchacha tenía como veinte años en esos días], y entonces le empezó a meter todas estas ideas en la cabeza… hasta que la muchacha se transformó en la Doña.

De vez en cuando, ella me visitaba al igual que la verdadera Doña para comprarme una que otra escultura, y yo, aunque se comportara igual, hablara igual y recordara lo mismo que la verdadera Catalina, sabía que no era ella realmente.

Ella me ponía siempre al tanto de sus “rituales” de juventud, algo que jamás funcionó en realidad, y yo me reía porque pensaba que era una broma. El día que descubrí que era real, fue el mismo día de mi “incidente”. Seguramente se me cruzó su ritual por la cabeza cuando mi cerebro decidió hacer esa flor de carne, pero no lo sé… siempre es inesperado cuando se trata de drogas.”

…Y esta simple declaración concluyó la leyenda.

El mayordomo fue arrestado ayer por la noche, y, a pesar de todas estas cosas antes mencionadas, el funeral siempre será llevado a cabo. La desconocida mujer (que tal vez tenía cincuenta años de edad a estas alturas) será enterrada como Doña Catalina Pachuca, simplemente porque nadie sabe quién es y porque, desgraciadamente, ella realmente creía ser la Doña.

Aún así, la leyenda de su "eterna juventud" sigue en pie, y un dicho muy popular ha nacido de todo esto:

“No trates de ser como Catalina Pachuca... lo que es imposible, es imposible”

1 comentario:

  1. No entendí muy bien el sentido del cuento xD, pero eso de la rejuvenecer por la sangre no es una idea muy original xD, quiza si la hubieses planteado de otra forma...

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