viernes, 31 de diciembre de 2010

¡31!


¡Feliz año nuevo a todos!

Os desea: La balada del intransigente, el autor, y un grupo de amigos ebrios a mis espaldas :)

domingo, 26 de diciembre de 2010

Tengo más cuentos para el día de hoy, pero no me siento de humor como para publicarlos. He pasado deprimido los últimos días y con cada hora que pasa las cosas se vuelven peor en mi entorno. Verán los cuentos en el transcurso de la semana, siento mucho los inconvenientes.

Atentamente, Eduardo Krow Sognatore.    

[Explicación] El secreto detrás de la leyenda.


El día de hoy, Doña Catalina Pachuca murió. Al parecer, sus “preferencias” culinarias le pasaron la cuenta, y después de pasar dos semanas en el hospital, su cuerpo no resistió más y murió... de cáncer en el estomago, como se suponía desde un principio.

El funeral es esta noche, pero nadie asistirá. Todos saben que la mujer era una asesina en serie… peor aún, todos saben que ella no era Doña Catalina Pachuca. Por mucho tiempo fue un secreto bien guardado, pero después de un tiempo, ya de por sí era difícil creer que una mujer de ochenta años se viese tan joven.

La verdadera Doña Catalina Pachuca murió hace treinta años, o bueno, desapareció hace treinta años. La historia se originó por una confusión inocente, pero muy posible para un pueblo tan supersticioso:

“La Doña quería ser inmortal… joven, por siempre. Yo le dije bromeando que ciertos países, las mujeres tomaban baños de sangre y comían corazones honestos para lograrlo, y, como yo lo esperaba, no se lo tomó nada en serio. Desgraciadamente, ella le contó el mismo chiste a su fiel mayordomo, quien también estaba obsesionado con la inmortalidad. Él se tomó muy en serio el chiste, y pronto quiso poner manos a la obra.

El tipo estaba loco. Está loco, quiero decir. En esos días la Doña se fue a un viaje del que jamás volvió, y el mayordomo pensó que la Doña se había ido a probar la “formula” a algún lugar recóndito. Años después apareció esta muchacha, así, idéntica a Catalina. No sé cómo está la historia, pero al parecer la muchacha había tenido un accidente y había perdido la memoria; el mayordomo la encontró y pensó que era la Doña rejuvenecida [la muchacha tenía como veinte años en esos días], y entonces le empezó a meter todas estas ideas en la cabeza… hasta que la muchacha se transformó en la Doña.

De vez en cuando, ella me visitaba al igual que la verdadera Doña para comprarme una que otra escultura, y yo, aunque se comportara igual, hablara igual y recordara lo mismo que la verdadera Catalina, sabía que no era ella realmente.

Ella me ponía siempre al tanto de sus “rituales” de juventud, algo que jamás funcionó en realidad, y yo me reía porque pensaba que era una broma. El día que descubrí que era real, fue el mismo día de mi “incidente”. Seguramente se me cruzó su ritual por la cabeza cuando mi cerebro decidió hacer esa flor de carne, pero no lo sé… siempre es inesperado cuando se trata de drogas.”

…Y esta simple declaración concluyó la leyenda.

El mayordomo fue arrestado ayer por la noche, y, a pesar de todas estas cosas antes mencionadas, el funeral siempre será llevado a cabo. La desconocida mujer (que tal vez tenía cincuenta años de edad a estas alturas) será enterrada como Doña Catalina Pachuca, simplemente porque nadie sabe quién es y porque, desgraciadamente, ella realmente creía ser la Doña.

Aún así, la leyenda de su "eterna juventud" sigue en pie, y un dicho muy popular ha nacido de todo esto:

“No trates de ser como Catalina Pachuca... lo que es imposible, es imposible”

sábado, 25 de diciembre de 2010

Sin título.



Siento mucho el retraso, Krowie se emocionó mucho con la navidad y me dio lastima evitar que se comiera las publicaciones programadas para estos días. 
Es el espíritu navideño después de todo, ¿no? :)

¡Feliz navidad a todos! – Eduardo Krow Sognatore.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Inmortalidad.


Era la oportunidad de oro para Miguel. Por primera vez en su corta carrera como periodista, tenía la dicha de entrevistar a una de las personas más controversiales y –si se puede llamarle así- mitológicas de los últimos tiempos. Su misión iba más allá de obtener información trivial y vaga sobre gustos y opiniones generales; se trataba de desenmascarar la verdad detrás de un mito legendario… La fuente de la eterna juventud, un secreto que hasta el momento nunca había conocido la luz pública.

La persona a entrevistar era Doña Catalina Pachuca, una entrañable y ostentosa mujer cuyos bienes y fortunas excedían las cifras sensatas para cualquier ser humano normal. Sus gustos y excentricidades eran muy conocidos por sus fieles trabajadores y sirvientes cercanos, pero lo que más resaltaba en su persona, lo que hacía notable su presencia en el mundo más que su misteriosa fortuna, era esa belleza inimaginable que la doña poseía a pesar de estar cumpliendo más de ocho décadas. Su cuerpo aún estaba dotado de energías, y sus facultades mentales estaban totalmente intactas. Era un hecho surrealista, pero al fin y al cabo, un hecho real.

Miguel cruzó la puerta de la mansión, acompañado por el mayordomo, caminando un largo pasillo hasta llegar a una de las salas, en donde tuvo que pasar un buen rato sentado en un cómodo sillón de terciopelo blanco  esperando a la doña. Cuando al fin llegó, Miguel se levantó con prontitud e intentó estrechar su mano, pero antes de que pudiese decir siquiera un saludo, la doña lo interrumpió enérgicamente diciendo:

- Sé muy bien porqué está aquí… Y no, no pienso revelarle mi secreto hasta que tengamos una formidable conversación. Tengo mucho de qué hablar y se ve que usted tiene mucha paciencia para escuchar a una dama.
- Como usted guste, señora Pachuca –Dijo Miguel rápidamente.
- Señorita –sonrió- Hace mucho tiempo que estoy soltera.

Entonces, ambos empezaron a caminar juntos alrededor de la casa. 

A pesar de la considerable falta de tacto al hablar, el carisma de la doña era increíble, casi infalible cuando se trataba de hombres. Miguel trató de ocultar su desconcierto al analizar la situación, pero no pudo bloquear ese pensamiento inevitable… la mujer parecía tener menos de treinta años. Miguel hacía anotaciones como loco en su fiel libretita amarilla (para su desgracia, Miguel nunca confió en las grabadoras) y la doña hablaba justo de las cosas que Miguel no deseaba oír; trivialidades, solo trivialidades.

Al cabo de un rato, ambos llegaron a un corredor lleno de cuadros extraños y estatuas insólitas, con una que otra fotografía antigua y gigantesca. La doña empezó a relatar la historia de cada obra, una por una, mientras Miguel fijaba su atención a todos los cuadros. Había un detalle macabro detrás de todos ellos, y al llegar a una fotografía que rayaba en lo repugnante, Miguel no pudo contener su comentario por más tiempo.

- Estos cuadros... Todos son de aquel pintor ¿cierto? –Dijo Miguel, horrorizado en cierto modo.
- Sí, todos son de él. Me encantan sus obras, todas ellas...
- Incluso la flor de carne, como puedo observar –Interrumpió Miguel, señalando la fotografía.
- La última flor  –Corrigió la doña- Una obra inspirada en el amor hacia su esposa...
- Hecha con partes humanas, para la cual destazó y desmembró a una buena cantidad de sus amigos más cercanos, según tengo entendido. 
- Y según usted tiene entendido, ¿existe alguna muestra más grande de amor en este mundo?

Miguel quedó consternado. Recordó una frase de cierto pintor extravagante, y decidió seguir con el recorrido, tratando de no causar más conflictos que le costaran su carrera y definiendo las acciones de la doña como excéntricas, sin tomarlo como algo personal.

De pronto, la conversación se convirtió en una rutina monótona, consistente en la simple aceptación de Miguel a todo lo que la doña decía, como si su trabajo fuese únicamente alabarla y enaltecerla. La doña, al notar el aburrimiento de Miguel, decidió llevarlo a la sala más cercana, una con cierto estilo clásico de Hollywood, y ofrecerle un buen trago de whisky para animar un poco el ambiente...

Después de varios tragos y uno que otro cigarrillo, la conversación cambió su tono profesional a uno de completa confianza, y los temas se desviaron a las vivencias de cada uno de ellos. Miguel habló de varias irreverencias, pero al fin, terminó soltando sus experiencias amorosas pasadas, historias tristes en las que el pobrecillo siempre terminaba llorando un terrible desengaño.

- Oh, pobre muchacho –dijo la doña, mostrando cierta compasión tremendamente exagerada- Se ve que te han roto muchas veces el corazón.
- Sí, así es, señora. He sufrido mucho en este mundo por querer más de la cuenta. Pero qué puedo decir, así es el amor.
- Sí, así es el amor…

Miguel continuó tomando algunos tragos más, mientras la doña lo observaba con cierto interés y lo consolaba, jugando con su cabello con mucho cariño y total delicadeza. Poco a poco, mientras la doña lo acariciaba, Miguel caía, terminando recostado sobre las rodillas de la doña, adentrándose lentamente en la inconsciencia del sueño. Ella le susurraba muchas cosas agradables al oído, hasta que terminó susurrando una última frase.
  
- Tranquilo, muchacho, tranquilo. Eres un buen hombre, uno de los últimos que quedan en este horrible mundo. Duérmete tranquilo, pronto descansaras en paz.

Cuando Miguel escuchó esas últimas tres palabras, ya era muy tarde como para hacer algo.  
Despertó, encadenado en una camilla metálica, en un cuarto extremadamente apestoso y rodeado de macabros instrumentos quirúrgicos. Parecía una sala de embalsamar, y era obvio lo que sucedería a continuación.

Miguel gritó, luchó contra las cadenas, se orinó, casi arranca sus brazos y piernas e hiso de todo para liberarse, sin éxito alguno. La doña apareció algunos minutos después, junto a uno de sus mayordomos, ambos vestidos con ropas de trabajo y delantales de plástico. Miguel estaba horrorizado, y gritó una increíble cantidad de blasfemias  cuando vio a la doña tomar un escarpelo. Al final, al ver ninguna de sus acciones lo salvarían de la muerte, adentrándose en el llanto y sustituyendo su furia por el pánico, preguntó una última cosa:

- ¿Por… por qué me hace esto?
- Porque –Dijo la doña, con cierto tono de tristeza- Eres un buen hombre, uno sin demasiados vicios, de excelentes sentimientos y gran corazón. No sé si lo entiendes… Tienes corazón envidiable, puro, el tipo de corazón que todos deberían tener.
La doña puso el escarpelo en el pecho de Miguel, y presionando levemente, terminó por decir:
- Son las buenas personas y los excelentes corazones los que alimentan mi ambición… lo que me mantiene joven e inmortal. 

No pasaron ni cinco minutos cuando la doña ya tenía el corazón de Miguel en las manos, crudo y listo para ser despedazado y comido. Su  asistente tomó el cuerpo sin vida de Miguel, y después de prepararlo bien y pintarlo como si de un maniquí se tratase, lo llevó a una habitación fría. Ahí, el cuerpo de Miguel descansó en paz... junto a una increíble colección de cadáveres más.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Bicolor.


Algunos años atrás, ese famoso muchacho no era más que un niño asustado a quien le atormentaba mucho pensar que había un monstruo debajo de su cama.

Todas las noches le rogaba a su madre que no apagara las luces de la casa, que dejase una lámpara encendida debajo de su cama y que revisase bien lo que había ahí… pero ninguna de estas precauciones evitaba que el pobre niño despertara a media noche llorando y gritando a todo pulmón.

Sus padres, desesperados y sin poder soportarlo un día más, lo llevaron a diferentes psicólogos y psiquiatras para ver si podían “calmar” estos terrores. Desafortunadamente, ningún fármaco, por potente que fuese, parecía mitigar las penas del niño.

En la desesperación, recurrieron a la ayuda de un “doctor independiente”, quien recetando unas extrañas píldoras que él mismo había hecho, le recomendó al niño mirar debajo de su cama después de ingerir el medicamento. El niño confió en él, y la noche siguiente, cuando sintió los golpes, rugidos, zarpazos y demás cosas debajo de su cama que siempre sentía, decidió echar un vistazo de una vez por todas…

Lo que vio ahí lo sorprendió mucho más que si hubiera visto un monstruo. Era una especie de círculo brillante y giratorio que destellaba en todos los colores existentes, más como un hoyo profundo que como una mancha. El niño, sintiendo un gran temor por tan extraño fenómeno, decidió lanzarle un calcetín, pensando que desaparecería. Efectivamente, el calcetín desapareció. Luego metió el dedo, pensando que sentiría una sensación fría y extraña. Y sí, justamente eso fue lo que sintió. Luego, tomando mucha confianza, intentó meterse completamente al hoyo, sin tener la más mínima idea de lo que pasaría, a donde lo llevaría o que sentiría. Ahí fue cuando el hoyo se desvaneció, dejando al niño totalmente confundido.

A la mañana siguiente, al ver que el niño no había gritado ni llorado en el transcurso de la noche, sus padres pensaron que la medicina lo estaba curando, y por un segundo pensaron en celebrar. Pero cuando el niño les contó su extraña experiencia, sus padres perdieron los estribos y lanzaron a la basura las medicinas, tratando de localizar otra vez a ese doctor loco y denunciarlo a las autoridades. Para ellos, toda esperanza la esperanza ya se había perdido...  

Pero el niño decidió ignorar la reacción de sus padres y pensó todo el día en ese agujero, en cómo podía hacerlo funcionar y en porqué desapareció cuando él intentó meterse en él.

Pronto descubrió que tenía la habilidad más sorprendente que un ser humano podía tener…

Esa noche, se metió completamente al hoyo, y apareció en China. Se volvió a meter, y apareció en Londres. Entró otra vez, y estaba en la punta de la torre Eiffel de parís. Era increíble… ¡el niño tenía la facultad de crear un agujero que lo llevara a cualquier lugar que él quisiera ir, siempre y cuando él lo imaginara así!

Al pasar de los años, el tema de los terrores nocturnos y los hoyos coloridos desapareció por completo. Los padres del niño, quien ahora se ha convertido en todo un muchacho, al fin pudieron descansar de esos problemas tan molestos. Aún así, un nuevo síntoma del muchacho les está quitando el sueño esta vez... Los ojos del muchacho se están volviendo bicolores.  

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Iniciando el mes [Diciembre 2010] Krowie!

 ¡Muy buenas noches!

Después de largos y extraños sucesos en mi vida [en serio, largos y extraños] vuelvo a escribir una entrada de inicio de mes para hablarles de mis nuevos proyectos literarios y las complicaciones que se me han presentado en los últimos días.
 
Primero que nada, hablarles sobre el carismático personaje de ahí arriba. Se llama “Krowie” y es un joven personaje que obtuvo su doctorado en “ciencias fisicoquimicosobrenaturales” junto con un máster en ciencias ocultas, y posee otro montón de títulos de los cuales no se puede comprobar su procedencia [y que, al igual que su doctorado y máster, no valen nada en el mundo real]. Entre sus hobbies está practicar cirugía plástica y crear fármacos potentes para usos psiquiátricos, siendo esta su fuente de ingresos pero arriesgándose a verse cara a cara con ley [ambas prácticas son totalmente ilegales ya que Krowie no posee ningún titulo de químico farmacéutico ni de doctor en medicina, mucho menos de cirujano plástico]. Aún así, jamás ha matado un paciente en toda su vida, y su trabajo es tan prestigioso [además de útil y solicitado] que muchas compañías han intentado robar sus secretos… Desgraciadamente, Krowie, a pesar de ser felizmente casado y ser el orgulloso padre de una niña, es un drogadicto descontrolado que no puede vivir sin ver sus “colores”, sintiendo especial atracción por el rojo y pensando que es familiar en cierto grado de sus ilusiones ópticas. Se autoconsidera caníbal, no por comer seres humanos, si no por comer mala literatura, alegando que él mismo es una creación absurdamente mala de algún autor desquiciado, y jurando que puede vomitar historias mejores que las que come. Está aquí para comerse cualquier cuento que él considere malo, y al final de cada mes vomita algo nuevo [que bien puede ser el mismo cuento modificado para bien, o el mismo cuento modificado para peor… quien sabe].
 
Escribiré un cuento completo sobre él luego, ahora continuare con lo que les iba decir.
 
Sobre los atrasos que he sufrido en la publicación de las entradas... Bueno, todo se debe a mi mudanza, que es completamente necesaria para que yo pueda continuar con mis estudios de psicología y que me deja muchos limites para entrar al blog [en mi nueva casa no hay internet]. ¡Pero esto no significa que dejaré de publicar, solo significa que lo haré un poco más tarde en algunas ocasiones! Además que, si me atraso algunos días, verán el efecto Delay.
 
…Y bueno, sobre mis proyectos.
 
Seguramente ya deben haber notado que muchos cuentos tienen la denominación “Machina Machina Deus” y tienen como portada la cara de Mabel [si no sabes quién es Mabel, cliquea aquí. Si no sabes de cual imagen estoy hablando, cliquea aquí] bueno, es como un “proyecto sorpresa”, pero dejaré su propósito escondido para bien. Las publicaciones de este mes son siempre los días terminados en 1 [1, 11, 21, 31] sin cambiar la apariencia del blog por ser navidad ya que, igual, parece navideño [irónico, no?] y existiendo la posibilidad de que publique un cuento el 24 de diciembre [Un cuento navideño… pero si lo hago, no esperen nada bueno. Se trataría de un cuento completamente retorcido y macabro que tengo en mente desde que tengo memoria…]. Eso sí, tal vez noten un cambio repentino en el género de mis cuentos… un poco más romántico, luego les explico por qué.
 
Ah, y si no logro publicar el 31, ¡Feliz año nuevo a todos! :D
 
Bueno, eso es todo en teoría. Muchas gracias a todos por sus buenos comentarios, espero que les gusten mis nuevas creaciones ^^