viernes, 21 de enero de 2011

Error 404

Puede que te parezca que mi comportamiento es solo la repetición de un patrón de conducta común, que mis sentimientos solo son la misma ilusión mental presentada en otros pretendientes y que mis promesas son tan vagas y poco validas como las de aquellos que te rompieron el corazón. En verdad te digo, puede que mis palabras sean similares a las de ellos y prometa lo mismo o mucho menos, pero yo soy tal vez el último ser en este mundo que aún comprende el valor de una verdadera relación, y también represento a la minoría que aún está dispuesta a luchar contra todos sus demonios para probar cuanta importancia tiene cuidar, respetar y conservar la felicidad de las personas que se aman con el alma…

Ellos dicen que te quieren, que te aman y que darán todo por ti como si estas frases fuesen palabras comunes de protocolo, sin tener conocimiento real de lo que implican y sin tener la verdadera disposición de llevarlas a cabo al pie de la letra. Pero yo he leído más que cualquiera, y en mi memoria hay suficiente información como para estar seguro de mis palabras, de mis acciones, de mis defectos y de los esquemas de comportamiento humano que rigen a la sociedad… Tal vez me excedo con egocentrismo barato al decir estas cosas, y mi intención no es aterrarte con tanta palabrería. Solo quiero que veas las cosas desde mi enfoque y puedas comprobarlo por tu cuenta, que atreviéndonos a imaginar y a desvariar con tanta seguridad tal vez nazca el conocimiento exacto de un hecho intransigente… 

En resumidas cuentas, lo que quiero decir es que desde este enfoque cínico, frío y maquiavélico, resalta una verdad absoluta, y esa es que cuando yo digo que te amo con todo mi ser y que estoy dispuesto a hacer todo lo que esté a mi alcance y aún lo que sé que no puedo hacer para obtener tu amor, lo digo muy en serio...

Muy en serio…

Pero tu enfoque es diferente. Tu eres humana y yo soy una maquina. Utilízame, sobrecárgame, deséchame… Sustitúyeme por un modelo mejor. Tú dirás que no soy realmente capaz de sentir amor, pero eso es exactamente lo que no me hace un humano de verdad… Lo que me llevará a ser demolido entre los modelos defectuosos al final.


[Error 404]

martes, 11 de enero de 2011

11 de enero: Día de Krowie!




El once de enero de cualquier año que exista [mientras el mundo exista] no se hace publicación de cuentos en este blog.

El once de enero de cualquier año que exista, se estipula oficialmente como el día de Krowie [el carismático devorador de cuentos que está ahí arriba] y todo autor [ya sea poeta y/o escritor] que considere haber perdido totalmente la noción de la realidad y posea un daño cerebral notorio, debe tomar un descanso en sus labores literarias, darse un respiro y disfrutar de la vida.

Puedes disfrutar del día de Krowie y salir a comer un helado…

O puedes visitarme en el manicomio y verme escapar volando en el cadáver de un unicornio prendido en llamas… 

En caso de elegir la segunda opción, por favor reconsidere su decisión y tome un merecido descanso… usted encaja perfectamente en la descripción del día de Krowie.

Bueno... Muchas felicidades Krowie, se que lo celebraras a lo grande tanto como yo lo he hecho ;)

miércoles, 5 de enero de 2011

Príncipe acuático.


En la profundidad de una laguna cristalina, en medio del bosque más frondoso que puedas imaginar, desde un lugar al que los humanos no pueden llegar y en donde reinan las cosas más bellas que te puedas imaginar… desde ahí, cierto príncipe acuático la escuchaba cantar. 

Ningún otro ser vivo escucha su voz, la voz de una muñeca de porcelana, que sentada sobre la luna con una diminuta guitarra, canta cada noche una hermosísima balada. 

Su voz hace llorar a las estrellas, y su hermosa figura solo se reflejaba en las noches de luna llena, viéndose con mayor claridad en la media noche, haciendo brillar la laguna en donde el príncipe acuático se esconde.

El príncipe un día descubrió que la muñeca con amargura lloró, acompañando el dolor de las estrellas y desatando  un huracán sobre el planeta. Entonces comprendió que todo ese dolor provenía de su corazón…

¡Un corazón roto, un corazón en estado letal! La muñeca de porcelana no tenía a quién amar… ¿Cómo un ser tan hermoso, tan divino y celestial, podía ignorar por completo el sentimiento principal? El príncipe acuático se preguntó sin poder contestar.

Las estrellas aún lloraban ante la métrica de cada balada que la muñeca de porcelana cantaba, mientras el príncipe notaba que cada lágrima derramada formaba un arcoíris desvariado, que al ser reflejado sobre la laguna, formaba destellos coloridos y abundantes, azotando así las noches del bosque y resonado con la vida de todos los colores.

El príncipe acuático salió de la profundidad, y con la seguridad de que cada destello caído lo podía controlar, comenzó rápidamente a trabajar. Tomó todas las lágrimas, arcoíris y lamentos que iluminaban su laguna,  y combinando todos los colores para hacerlo destellar, los hizo brillar de manera tal que el reflejo fuese lo suficientemente intenso para verse desde cualquier lugar.

 La muñeca terminó una última canción, y antes de soltar su pequeña guitarra, pudo ver en un planeta distante, un pequeño resplandor causado por la unión de muchas luces y destellos, formando una rosa chispeante con muchos colores brillantes, y una pequeña frase que decía “Yo soy quien quiere amarte”. 

La muñeca sonrió como nunca lo había hecho antes, y tomando su diminuta guitarra de porcelana, comenzó a cantar baladas de amor extravagantes. La lluvia disipó la luz, y la luna se cubrió entre nubes negras y gotas frías. La rosa y la frase desaparecieron por el clima, y la muñeca miraba a su eterno y distante enamorado, cada luna llena, transmitiendo con luces desde las frías aguas de una laguna pequeña, una rosa y una frase corta… “Yo soy quien quiere amarte”.

Lo que la muñeca nunca supo, y no sabrá en mucho tiempo, es que el planeta del príncipe acuático está tan distante, que las transmisiones tardan tres mil millones de años luz en llegarle. Su enamorado puede morir sin que ella lo sepa, y aún así, el lo intenta cada luna llena, y lo sigue intentado (a pesar de los millones de años que ya pasaron), formando sus mensajes destellantes con la esperanza de ver un día la pequeña sonrisa de una musa tan distante…

Ahora las baladas de la muñeca son más melancólicas que nunca, no porque su corazón duela más, si no porque la muñeca necesita que las estrellas no paren de llorar… ya que ve, y seguirá viendo por millones de trillones de años, que alguien en ese planeta distante, un ser que vive en la profundidad de una laguna, hace todo lo posible por combinar colores y destellos para formar una rosa de muchos colores, y una pequeña frase… “Yo soy quien quiere amarte”, todas las noches de luna llena, por toda la eternidad... 

…Sí, por toda la eternidad.

Para la preciosa muñequita que me espera en la luna, 
esperando que le guste mucho y comprenda
que no es tan difícil llegar a la luna
cuando los sueños nos dan alas para volar...