sábado, 1 de diciembre de 2012

Capítulo sangriento.






En una noche especial, caminado en compañía de la fiel e incomparable desolación, mientras el cielo lloraba los nuevos muertos que yacen escondidos en sus respectivos sepulcros, pensé en crear algo al respecto… empecé a crear un collage.

Tal vez hubiese sido mejor seleccionar algo más agradable, o por lo menos más digerible. Tal vez debí enfocarme en un objetivo más altruista o colaborar a la belleza de este mundo pero... detesto demasiado mentirles a las personas. Simplemente, decidí que no era justo olvidar los gritos de tantas víctimas ni tampoco lo era desperdiciar el potencial artístico de tanta crueldad. Pinté el fondo de mi obra con sangre y pegué los instintos e impulsos brutales como parte básica de mi faena, no con motivos perversos, sino más bien porque era lo más abundante que pude encontrar en mi entorno. Empeñe mi esfuerzo en inmortalizar las acciones de lo que veo, adaptando con letras todo ese dolor y penurias en historias delirantes, pegándolas en el fondo de mi creación.

Me decidí por crear un mundo a partir de piezas, los restos de un cristal que fue quebrantado hace mucho tiempo. Puse sus órganos y miembros putrefactos en formas rectangulares, y con los restos del degüello, termine creando el marco de mi cuadro.

Pero, aunque mis manos se llenan cada noche con los restos de actos inhumanos, llantos y decepciones terribles recolectadas con el afán de un ser glotón y tergiverso, no puedo permitir que mi ocupación caiga en la monotonía de tres temas. No, no puedo permitirlo, así que busco entre los sonidos incongruentes y las alucinaciones insensatas más profundas de una mente en descomposición, la fantasía y percepciones de un mundo absurdo desde los ojos de un ser disconforme, y así sucesivamente, lleno los estantes de material fresco y anónimo… material que muestra con toda certeza la caótica agonía de un arte en decadencia, que al ser combinado con la sangre y el sufrimiento de los cadáveres recolectados, forman una agonía mucho más fuerte…

…Forman un arte a base de odio…

Descubro con pavor que los materiales que utilizo corrompen todo impulso, pensamiento y sentimiento que nos mantiene humanos, y pronto empiezo a decaer en la insensibilidad propia de aquellos seres que han perdido el alma, sin compasión ni temores, rencores o perdón… y así, poco a poco, con la sangre, la muerte, los miedos, el dolor y el pánico de mi entorno… así, voy creando un collage del que nadie quiere saber… Una pieza que no puede ser considerada arte… Algo que la sociedad preferiría ocultar…

Así, voy creando mi collage. 

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